La iguana marina es una de las especies endémicas que pueblas las islas Galápagos. Los machos miden 1,4 m de largo y las hembras 0,7 m, los machos llegan a pesar 15 kg.
Si paseas por la orilla de sus aguas, más común en roca que en arena, puedes verla reservándose su sitio en primera linea de playa. Es una especie muy peculiar ya que de alimentan en las aguas del mar pero conviven y pasan el mayor tiempo en la superficie terrestre. Son capaces de bucear a unas profundidades considerables por esto es uno de los lagartos de mar más famosos. Su color oscilará dependiendo el lugar donde se hallen ya que la superficie terrestre o la sal marina va disfrazando su traje. Lo más común es que tengan un color blanco plateado con los rayos del sol debido a la sal marina aunque en temporada de cría los machos especialmente cogen un color colorado y verde turquesa en la cola; mientras que en Santa Cruz adoptan un color ladrillo, rojizo y negro. Igualmente sabemos que los machos aumentan la intensidad de su color en época de reproducción para llamar a las hembras. Éstos machos son los que más llegan a sumergirse para alimentarse de algas, las hembras se mantienen a un nivel menos profundo del mar para conseguir alimentarse.
Están perfectamente diseñadas para su hábitat, su nariz corta les permite alimentarse de algas, su cola plana les hace bucear con increíble destreza. Para oxigenarse del agua y la sal después de la inmersión cuentan con unas fosas nasales que expulsan lo que su cuerpo no necesita. Toman el sol para descansar y reponer fuerzas.
Las iguanas más grandes las podéis encontrar en Isla Isabela o Fernandina, en cambio las más pequeñas se hallan en isla Genovesa.